Hoy hablamos con la Lic. Vanina Máculus sobre el rol del kinesiólogo en las terapias intensivas de COVID-19

¿Cuál es el trabajo que están realizando el kinesiólogo en una terapia Covid hoy?

Nosotros trabajamos en una terapia mixta. Tenemos terapias con patologías en el sector COVID, y tenemos la otra terapia común que se ven infartos, patologías neuromusculares. 

Nuestro rol ha ido cambiando y nos hemos tenido que capacitar por la pandemia de forma rápida, y esto fue un desafío para todo el personal de la salud, médicos, kinesiólogos, enfermeros. Capacitarnos en nuevas técnicas, en nuevas estrategias que no la habíamos utilizado antes.

Volvimos a preparar protocolos y estrategias terapéuticas para poder atender a este paciente nuevo que no era un paciente frecuente, sino algo novedoso para todos. 

Algo que parece insignificante, pero para nosotros es fundamental, es el equipo de protección personal.  Ponernos los guantes, la cofia, los camisolines, el barbijo tres capas, el barbijo quirúrgico, las gafas. Aprender a colocarnos cada uno de los pasos y aprender a retirarlos cada uno de los pasos para no contagiarnos, para no infectarnos, y cuidar a nuestros compañeros de trabajo. 

Contanos, ¿Cómo era un día tuyo el año pasado en plena pandemia? ¿y con qué experiencias te encontraste? 

Nosotros hacemos guardias de 24 horas en la terapia intensiva. Actualmente estamos haciendo guardias rotativas. He encontrado mucho compañerismo, mucho acompañamiento. Personas que pasaron a ser mi familia, mi segundo hogar, con mañanas intensas, donde desayunamos a las 7:00 de la mañana y podíamos almorzar a las 6:30 de la tarde, cuando más o menos se aliviaba el trabajo. Nos acompañábamos en las alegrías y en las tristezas, cuando había algún fallecimiento, cuando un paciente se descompensaba. Descubrí que tengo buenos compañeros, buena espalda, que me ayudan, que me acompañan.  

El trabajo es en equipo, es un trabajo intenso porque entramos en la zona de coronavirus, tenemos que ir y hacer todo, trabajar la terapia muscular, la terapia respiratoria, tenemos que hacer la movilización precoz del paciente desde el primer día para evitar las atrofias musculares, para prevención de escaras, para evitar que al paciente le dé edemas. Trabajar mucho con la parte respiratoria, porque es un paciente que está sedado, conectado a un ventilador, que no tiene reflejo de tos. Los patrones respiratorios se modifican completamente, hay que aspirar las secreciones, girarlo y rotarlo. Tratar de mantener la capacidad pulmonar, trabajar distintas técnicas para que el paciente se oxigene, posicionar al paciente para evitarle una lesión pulmonar producida por esta inmovilización, por esta ventilación mecánica. Evitar complicaciones y también el manejo de la ansiedad de la familia del paciente cuando lo logramos desconectar. Y que haga su actividad normal. Tratar de disminuir los tiempos de hospitalización del paciente con esta terapia precoz, el kinesiólogo, que hace la parte motora, la parte respiratoria tres, cuatro veces al día. Volverlo al paciente a sentar, volverlo a movilizar, enseñarle prácticamente a aprender a comer de nuevo, volver a sentarse, volver a caminar. 

Desde el punto de vista emocional, ustedes tienen que estar muy preparados para afrontar todo esto que nos contas. 

Sí, la pandemia nos ha dado la parte más dura, de ver pacientes que se recuperan, que no se recuperan, que los porcentajes han sido bastante altos. Las primeras veces sentí miedo de entrar a la terapia de coronavirus, no saber si te vas a contagiar, si te vestiste bien. Miedos de saber si se están respetando los protocolos, saber que uno ha estado mucho tiempo en la terapia y se tiene que ir. Y que, si te da un resfrío te quedas tres, cuatro días aislados en tu casa esperando el resultado, alejado de tu familia. 

¿Cómo se están preparando ustedes para esta segunda ola de contagios? 

Nosotros tenemos una capacidad de 9 camas. Prácticamente las 9 camas las tenemos ocupadas. Hay varios proyectos para reestructurar, para ampliar la terapia intensiva, para involucrar más personal médico, enfermeros, kinesiólogos. También tenemos técnicos en rayos, técnicos en laboratorio, personal de limpieza. Estamos todos preparados para que venga una segunda ola de contagios. De hecho, en las últimas estadísticas los casos han aumentado en Mendoza y en Valle de UCO, tenemos 77, 80 casos de pacientes en el Valle de UCO, por eso nos estamos preparando para una segunda ola. 

Esperemos que, con la vacuna, y las medidas preventivas, los pacientes puedan pasar la enfermedad en sus casas. Y solamente un pequeño porcentaje presente complicaciones. Un 80% de los pacientes pueda pasar la enfermedad en su casa y un 20% de los pacientes requiera ser hospitalizados en una terapia intensiva. 

La idea es que la gente se siga cuidando, mantenga la distancia social, el uso del barbijo, las medidas médico sanitarias y que la gente no se descuide porque realmente estamos nosotros preparados porque se viene una segunda ola. 

Si querés escuchar la entrevista entera hacé click en este enlace

 

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