Hoy entrevistamos al Lic. en Kinesiología Esteban González, del Colegio de Kinesiólogos de Mendoza 

¿Por qué hablamos de precarización laboral dentro del gran mundo de la kinesiología?

Bueno, hablamos de precarización laboral en la kinesiología, porque realmente y lamentablemente es una profesión en la que la problemática de la precarización laboral, acedia constantemente todos los días, y determina nuestra vida.  Con mucho gusto, he escuchado, como integrante de la comisión directiva del Colegio de kinesiólogos, notas que con tanto profesionalismo, los colegas han ido dando en tanto en “Clima de radio”, como el programa “La salud al día” con Roxana Lopresti. He escuchado la devolución de parte de ustedes, que ha tenido muy buena aceptación de parte de la audiencia. Que lindo que se difundan los alcances, los avances y las virtudes de la kinesiología. Lo que pasa es, que también me parece importante, justamente por eso programamos esta entrevista de hoy: “Precarización laboral”, por el trasfondo que hay detrás de una profesión tan noble. 

¿Cuándo te referís a precarización, estamos hablando del no reconocimiento en cuanto a salarios, a condiciones de empleo puntualmente, cuál sería el punto más crítico?  

Mira, tenemos varias aristas. La verdad es un tema amplísimo, pero lo que yo quiero básicamente hoy en esta entrevista es, des romantizar un poco esta cuestión de la kinesiología. ¿A qué me refiero con esto?, desde el punto de vista que es una profesión super noble, una profesión en la que nos arriesgamos un montón y más en este contexto, en esta circunstancia de pandemia mundial. Porque nuestra tarea es una tarea de contacto, y, sin embargo, el reconocimiento a nivel económico realmente es muy bajo. Es una profesión realmente muy diezmada por la precarización laboral, me refiero básicamente, por ejemplo, a los aranceles que se están pagando por parte de las obras sociales, los plazos que se están manejando, a mí me gustaría hablar de datos concretos para justamente para poner en el tapete datos concretos a lo que me estoy refiriendo.  

Por ejemplo, Judith, si vos me preguntas a cuantos días está pagando la obra social de empleados públicos, son 180 días es decir que, con la inflación que tenemos en nuestro país, recibir el pago de los honorarios por las prestaciones brindada 6 meses después. La verdad es que encima de que el valor está bajísimo, estamos hablando de 180 pesos, si de los cuales Osep está pagando 105 y el paciente paga 75 pesos, o sea 180 pesos por una prestación, la prestación más universal que es la fisio kinesioterapia, y encima cobrando a los 6 meses. La verdad que es muy preocupante.  

Otro grandísimo problema que estamos teniendo son empresas de internación domiciliaria. ¿Sabes, por ejemplo, cuánto está pagando, cuánto está cobrando el kinesiólogo que hace una prestación a domicilio moviéndose por su cuenta, su movilidad particular, trasladar sus aparatos, comprar sus aparatos de fisioterapia, lo necesario para brindar la atención a domicilio y, además, costearse los equipos de protección personal que requiere atender en este contexto de pandemia? Están cobrando alrededor de 250 pesos, 260 pesos, depende de la empresa para que estén trabajando. Eso estoy hablando de prestaciones para Osep o para PAMI, 250 pesos, no sé si se entiende la dimensión. La verdad, no tengo idea realmente si lo cobran a mes vencido, o se lo pagan, yo creo que eso no corre de la misma manera que la del pago de las obras sociales, pero vos tené en cuenta que 250 pesos por viajar hasta la casa del paciente, brindar la atención, utilizar tu equipo de protección personal, moverte, echarle nafta al auto. 

Además el profesional invierte en una carrera de grado, posgrados, todo costeado, y en Mendoza nosotros no tenemos la carrera en Universidad pública. Entonces cuando te pones a sacar cuentas, la verdad que son miles y miles te diría hasta millones que uno invierte en formación, más el tiempo y el esfuerzo, obviamente.  

Realmente estamos entendiendo que no hay un reconocimiento al profesional de la salud, en este caso es el kinesiólogo y algo similar sucede en otras profesiones afines de poco reconocimiento. Los médicos, enfermeros, otros especialistas. Una baja apreciación además de la buena calidad de profesionales que tenemos en nuestro país. 

Sí bajísimas. Si me permitís, yo le pondría indigna, es realmente una remuneración indigna. Hay profesiones o, mejor dicho, actividades no calificadas que están mucho mejor pagas. Entonces, la verdad es que hablo desde mi lugar, de mi responsabilidad en representación de mis colegas. De las necesidades y la problemática que expresan los colegas. La verdad es que dan muy pocas ganas realmente de seguir trabajando. De hecho, hay colegas que han dejado de ejercer la profesión y se han dedicado a ganarse la vida de otra manera. Es así de triste lo que estoy expresando. 

¿Y qué sería de nosotros sin Kinesiólogos en acción, digo si son tan necesarios? Estamos descubriendo esto que vos mencionabas, con esta serie de notas que estamos realizando en conjunto con el Colegio de Kinesiólogos de Mendoza. Las distintas aristas que desconocemos realmente a la cual se ocupa y aborda un kinesiólogo. 

Sí muy interesante para concientizar a la sociedad de los alcances de la kinesiología. La kinesiología es una profesión amplísima, riquísima con mucho campo de acción y bueno, sin embargo, hoy día a mí me toca decir bueno, pero no todo es color de rosa. Detrás de todo esto, tenemos esta problemática que realmente es histórica, es una problemática de larga data, pero que la pandemia ha venido a re agudizarla. 

Bueno la verdad que es un gusto en charlar con vos. Esperemos que esta situación se revierta, que en algún momento en nuestro país se considere la remuneración de los profesionales de la salud de la misma forma que se hace de repente con deportistas de élite, con artistas, con famosos. No porque ellos no merezcan ganar, sino porque el personal de la salud merece ganar mucho más. Estoy hablando del reconocimiento económico. 

Exactamente si me dejas como para cerrar, el problema que estamos teniendo es una cuestión a nivel legislativa, porque todo esto se da en un terreno fértil, me refiero a que no hay una legislación que de un marco regulatorio para que esto no suceda. De alguna manera son también el arrastre de los años 90 con la ley de flexibilización laboral, el 75%, alrededor de 75% de nuestros profesionales colegiados somos alrededor de 2000 en la provincia, son monotributistas, son trabajadores independientes, incluso también yo soy monotributista, es decir, que tenemos una realidad muy incierta, un panorama muy incierto, yo no sé nunca qué es lo que voy a cobrar, y qué es lo que no cada mes, es más, te hablo de vivencias cotidianas, yo a veces no juego un partido a la pelota porque no sé si me lesionó un tobillo, si me lesiono una mano, me caigo, me fracturó una muñeca y no puedo trabajar. Y como no tengo justamente licencia por enfermedad o por alguna lesión, o lo que sea, que justamente a veces uno ni siquiera eso puede hacer. Por ejemplo, también las colegas que van a ser mamá, que están embarazadas, es una problemática grandísima. 

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