Hoy hablamos con el Lic. Rafael Ríos sobre el intrusismo en nuestra profesión

¿Qué es el intrusismo? 

La etimología propia de la palabra proviene de intruso. Estamos hablando de los intrusos en las profesiones. Para dar una definición más conceptual, podemos decir que el intrusismo es el ejercicio fraudulento de una actividad profesional por personas no autorizadas para ello. Por carecer de título correspondiente, autorizaciones o habilitaciones necesarias para este ejercicio y que puede constituir un delito. No es privativo solamente de nuestra profesión. Hay carreras profesionales que experimentan un mayor grado de intrusismo, como son las carreras de ciencia de la salud como somos nosotros. 

¿Puede causarte algún tipo de daño una persona que te haga masajes y tenga una formación muy superflua? 

Específicamente con el tema del masaje no existe una carrera, una tecnicatura. La Asociación argentina de masoterapeutas está luchando por sacar una ley de tecnicatura desde 1990, y en 1995 presentaron un nuevo proyecto. Hasta el día de la fecha no han tenido resultado. Ellos pretenden incorporarse al equipo de salud y para incorporarse al equipo de salud, el listado ya está contemplado en la ley de ejercicio de la medicina, ontología y auxiliares, Ley 17.132.  

Todas estas “personas” estrían haciendo intrusismo, siempre en tanto y en cuanto hagan masajes con un fin terapéutico. 

La carrera de kinesiología es una carrera de 5 años vinculada a la medicina, se estudian materias de anatomía y fisiología, clínica médica, etc. Y todos estos cursos de masoterapia son de 3, 6, 8 meses de duración e intentan salir a trabajar y hacer tratamientos… de esto hablamos, de la lucha contra el intrusismo. Se ha notado desde hace largo tiempo a nivel nacional, no solamente a nivel provincial lo que le llaman las carreras engañosas, las cuales salen con títulos como, por ejemplo: “formación en auxiliar en kinesiología” o “curso de masoterapeuta especialistas en masaje deportivo” o “en drenaje linfático”. No son carreras, son cursos que no se encuentran avalados y qué quieren captar a la población engañosamente, diciendo que tiene una salida laboral rápida, o que tienen certificado que no están avalados por el Ministerio de Salud. Lo más triste es que la persona que se inscribe en estos cursos, cuando salga a buscar un trabajo, no van a poder, y no deberían poder trabajar en un instituto serio. Entonces, se ponen a trabajar en un recinto o en un garage para poder ejercer.  Y por lo tanto estarían incurriendo en un delito, que se encuentra especificado en el Código Penal. 

Cuando uno cae en manos de alguien que está practicando el intrusismo, o seudo profesionales, básicamente hay dos garantías que se pierden. Primero la sanitaria, no te pueden dar una garantía sobre el tratamiento. Van a estar trabajando sobre lo más preciado que tiene una persona que es la salud, aplicando una técnica o método que no sea el apropiado. La segunda garantía que se va a perder es la garantía de la responsabilidad civil ante un supuesto reclamo que no es menos importante.  

Para evitar este tipo de situaciones hay que educar a la población. Por parte de nosotros mismos, los kinesiólogos, tomando protagonismo, informando acerca de lo que hacemos y cómo hacemos y lo que se quiere conseguir con nuestras terapias. Y, por otro lado, a través de las instituciones que nos representan, como el Colegio de kinesiólogos, asociaciones, etc. Fomentando campañas, combatiendo el intrusismo en todas sus formas, en todas las redes y en todos los medios posibles. Hay que educar a la persona que tiene que ir a un consultorio y que se hace un tratamiento kinésico, para que vea que esa persona que lo atiende tenga un título que lo habilita.  

Ese título tiene que estar exhibido por ley, es importante que esté exhibido por qué le va a dar garantía a la persona, que es profesional que ha sido capacitado por un organismo oficial, qué son las universidades y qué se va a encontrar registrado en el Ministerio de salud y en el Ministerio de Educación. 

Lo otro que tiene que acostumbrarse el paciente, sin vergüenza, es solicitar el número de matrícula del profesional kinesiólogo o terapeuta que lo atiende, o pedirle que le exhiba la acreditación. Esto sería la segunda condición, que nos ayuda a nosotros para combatir el intrusismo. Te garantiza que existe un ente regulador. 

En el caso de las provincias que tienen colegio como nosotros, el Colegio de Kinesiólogos y Fisioterapeutas de Mendoza, que se encarga de regular y controlar que esa persona se encuentra habilitada. 

¿Por quién está otorgada la matrícula? 

La matrícula está expedida por el Ministerio de Salud, y gestionada ante el Colegio de kinesiólogos. de la provincia de Mendoza. Los licenciados en kinesiología y fisioterapia, son profesionales que legalmente están habilitados para ejercer en el área de salud con incumbencia en lo que hace a la promoción, a la prevención, a la reeducación y a la rehabilitación de las personas. 

 

 

 

 

 

Si querés escuchar la entrevista entera hacé click en este enlace 

 

Whatsapp