Hoy entrevistamos a la Licenciada Noelia Martínez, quien nos hablará sobre: El movimiento es salud
¿Con qué te encontrás vos generalmente en el consultorio cuando hablamos de posturas?
Bueno, es una pregunta interesante. Básicamente me encuentro con personas que tienen dolor persistente. Que no cede con terapéuticas más tradicionales y también con personas que quieren justamente optimizar su postura y su movimiento. Las edades oscilan desde niños hasta adultos mayores y bueno, básicamente vienen algunos con derivación médica y otras personas que quieren hacerlo por su propia cuenta también, por una motivación personal.
¿Con qué patologías uno se encuentra cuando hablas de la mala postura?
Bueno, hay algunas alteraciones en lo que son los ejes vertebrales, pero básicamente la mala postura es algo que tenemos que tomar entre comillas, porque no es que exista una buena postura y una mala postura. A veces lo que existe fuertemente es una falta de variabilidad en el movimiento. Por ejemplo, puedes estar ahora sentada y estar ahora con tus piernas cruzadas, porque te resulta cómodo. Si eso lo haces una vez, un ratito, en algún momento de tu trabajo, no pasa nada, no es que esté mal. Ahora, si vos estás trabajando las siete horas, con la misma posición y no hay variabilidad y no hay movimiento, esta postura se torna nociva para vos. Entonces eso nos marca una diferencia muy importante en el tratamiento. Que no es que vamos a enseñar a los pacientes lo bueno y lo malo o lo correcto e incorrecto, sino que vamos a dar muchas opciones de movimiento para que ellos identifiquen aquellas que son óptimas para su vida cotidiana, y las pueden llevar a cabo sin dolor y con independencia.
Y estamos hablando el tema de cuando uno está sentado, pero cuando uno está usando el celular, por ejemplo, también, ahí se adquieren muy malas posturas.
Claro, totalmente hay como una forma determinada en la que cada uno nos movemos, que nos resulta cómodo. Y eso se transforma en un hábito, y repetir ese hábito todo el tiempo es lo que lo transforma en algo nocivo y puede ir modificando ciertas estructuras corporales.
¿Y qué ves en los adultos mayores que es un gran tópico de trabajo para ustedes?
Totalmente. Nosotros en mi espacio de trabajo tenemos grupos de trabajo para la adultez que son personas a partir de los 60 años. Básicamente y sobre todo posterior a la pandemia, nos encontramos con otra gran epidemia que el sedentarismo en el adulto mayor. O a veces realizan inclusive actividad física, pero esta actividad física no suplanta la dosis de movimiento que necesitamos como seres humanos. Entonces por ejemplo trabaja mucha flexibilidad, pero no trabajan nada de fuerza y la fuerza es lo que a vos te permite moverte en tu día a día. Para caminar, para levantarte de la silla, para cruzar una acequia, sí o sí necesitas más fuerza que flexibilidad. Entonces nos encontramos con eso, con adultos que a veces por temor, a veces por algunas indicaciones que vienen de médico o de otros colegas, de que no tiene que levantar peso, de que no tiene que hacer impacto, generan como una fragilización del adulto mayor y eso le resta mucha independencia en su vida cotidiana.
¿Nos están proponiendo como un tratamiento del movimiento una pedagogía del movimiento?
Sí, porque básicamente los kinesiólogos, nuestro material de trabajo es el movimiento. Somos educadores del movimiento. ¿Porque educadores?, porque muchas veces nos encontramos con una patología de base y esa es la diferencia tal vez con un profesor de educación física. El kinesiólogo o la kinesióloga comprende la patología, lo que pasa tanto en la estructura como en la parte más cognitiva de esta persona y ayuda a que reeduque o recupere su movimiento y su habilidad motriz.
Muchos dicen bueno, hago yoga y ya estoy tranquilo con esto, pero son cosas totalmente diferentes, ¿No?
Nuestro cuerpo tiene que tener la capacidad de poder llevar a cabo gran cantidad de las habilidades motrices que tenemos. Tenes que poder saltar, tenes que poder agacharte y levantarte, cargar peso, que son las cosas básicas para trasladarte en tu vida cotidiana. Si solamente nos centramos en un eje, que es la flexibilidad, o trabajar siempre con una determinada lentitud o con una determinada conciencia, puede que esto resulte insuficiente para las demandas de la vida cotidiana y básicamente, nuestra sociedad nos impone dosis muy bajas de movimiento. Hoy en día si vos querés a través de tu teléfono, gestionas un montón de cosas y no te hace falta trasladarte, entonces como kinesiólogo, tenemos que ver este factor social muy importante e indicar dosis más altas de movimiento y guiadas para cada persona en particular.
Qué bueno todo lo que estás diciendo. Y es cierto esto de que cada vez estamos más cómodos. Te traen la mercadería a la casa si llamas al supermercado, haces el pedido por teléfono. Cada vez estamos como más cómodos.
Cuando trabajo con gente, con personas que están mucho tiempo sentadas, que hacen un trabajo más administrativo o de oficina, lo primero que le digo es que tienen que incomodarse. Porque la pregunta es: ¿y qué silla me tengo que poner? No, no te tenes que poner la mejor silla. Vos tenes que estar incómodo en algún momento porque esa incomodidad, es lo que te va a hacer pararte y moverte. Entonces, a veces les digo, agarrá la silla más básica que tengas en tu casa y cuando empezas a sentir que algo te pincha algo te molesta, que tus piernas no tienen la circulación adecuada, bueno, ese es el disparador para que te levantes, te muevas. Todos tenemos un repertorio básico de movimiento. ¿Si yo te digo bueno, Roxana parate y estirá un poquito, vos vas a saber qué hacer, no? Y el tema es que esa dosis lo metan en tu vida cotidiana y que sea un estímulo frecuente, y que sea más frecuente el movimiento que la quietud estática.
Viste que en algunos trabajos hacen lo que se llama pausa activa, que ha dado muy buen resultado
Claro, claro. Se basa en eso en general, que la pausa no sea también un momento de quietud. Sino que sea un momento de movimiento. Qué es lo que el cuerpo necesita. Está diseñado para moverse. Es fundamental, si tenés dudas ante la duda movete. El reposo no es una indicación, salvo que vos tengas una fractura, algo que requiera inmovilidad, con el movimiento trabajás gran parte de nuestras afecciones y nuestras dificultades que tenemos en la vida cotidiana.
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