Hoy entrevistamos a la Magister Flavia Peñaloza, con un novedoso tema: Ciudades amigables para personas mayores.

¿Y de qué hablamos cuando hablamos de ciudades amigables para personas mayores? 

Hola, buen día, muchas gracias por la invitación. Bueno, esto es una guía que hizo la Organización Mundial de la Salud en el 2005, hace un montón de tiempo. Y la idea de las ciudades amigables es un lugar donde la gente mayor pueda tener oportunidades de salud, de participación y de seguridad y mejorar la calidad de vida de estas personas a medida que envejecen. Es decir, que todas las estructuras y los servicios sean adecuados para las personas mayores. 

¿Y cómo hacemos para garantizar esto? ¿Perdón si te puse encontrar la espada y la pared? 

No, a mí no. Creo que la institución y las personas que se sientan tocadas por esto. Yo creo que las personas mayores que puedan llegar a comunicarse con la radio van a ser más certeras que yo en las observaciones de qué es lo que falta, ya sea arquitectónicamente, urbanísticamente o en las diferentes organizaciones, ya sea entidades de salud o entidades comerciales, bancarias, etcétera, donde acuden las personas mayores, ¿qué es lo que falta? ¿qué es lo que se necesita para que sean amigables? Amigables sería, por ejemplo, si una plaza de donde acuden la mayoría de los vecinos, si tuviera solo escalones y no tuviera rampas o tuviera escalones y no tuviera un pasamano. Entonces ese espacio no es un espacio acorde para todos. Solo para algunos. O que no tenga suficientes bancos, o que los bancos sean muy bajos, cosa que dificulta el sentarse y el volver a pararse. Sí, entonces, bueno, todas esas cosas como las largas colas de espera en algunos sectores también eso sería como no amigable. 

¿Con respecto con las instituciones, decimos a ver, están preparadas las instituciones en la provincia para contener a los adultos mayores? Y ahora, con respecto a la comunidad en general, ¿somos empáticos nosotros? porque por ahí décimos bueno en una institución pasamos y vemos una cola tremenda el día de cobro, justamente de jubilaciones y pensiones, por ejemplo, y decimos bueno acá falla una institución. No vamos a generalizar, por supuesto, pero ahora nosotros vamos en un colectivo, en un transporte público, estamos en una cola de supermercado, por ejemplo, y se acerca un adulto mayor. ¿Somos empáticos, nosotros cedemos el lugar, nos ponemos en los zapatos del adulto mayor o no? 

Y ahí lo pongo en duda, yo creo que 50 y 50, eso depende también de la empatía de cada uno. No se trata de una formación académica, sino de la empatía e incluso hasta en los sistemas de salud, ¿es necesario hacer esperar tanto a una persona mayor?, o ¿es necesario vueltear tanto a esta persona, de hacerla ir y volver 80 veces? ¿Puedo facilitar el trámite, puedo llegar con estas instituciones a lugares más alejados de la provincia y no centralizar? Son muchas cosas. En cuanto a la vivienda, el transporte, los espacios públicos y el aire libre, las entidades culturales. Bueno, son muchos aspectos que podemos incluso los profesionales de la salud también, podemos caer en esto de los viejísimos, del maltrato. Y yo creo que en esto, los medios de comunicación son algo fundamental y muy importante porque las personas mayores necesitan comunicarse con personas. Por ahí estos mensajes que la gente les deja a ustedes, en cierta manera se están comunicando con ustedes, lo sienten como amigo, como personas que ingresan a sus hogares y pueden conversar con ustedes, es muy importante para evitar el aislamiento. 

Me pongo a pensar en la situación de, por ejemplo, no manejar cuestiones que tienen que ver con la tecnología, o que cueste un poco más, siempre tener que depender de algún familiar que por ahí ese familiar está y por ahí no está.  También por ahí vemos esto en las instituciones, que a lo mejor no hay una persona que pueda asistir a ese adulto mayor que va a un cajero, por ejemplo. 

Bueno, ahí encontramos dos cosas, como no asisten, o asisten, pero a la velocidad de un adolescente. Respecto a los tiempos, la persona necesita su tiempo, necesita su práctica. También hacerle acordar a la persona mayor que no necesariamente necesita tener, por ejemplo, todo su dinero en efectivo, que no necesite ir al cajero 80 veces, que se puede utilizar otros medios, que los puede aprender. Hay instituciones que enseñan, hay varios tutoriales. Hay que amigarse con la tecnología y no tenerle miedo de meter mal el dedo, que voy a hacer una macana. Hay que animarse. 

El tema es cuando uno no cuenta con esos recursos que lo capaciten, que lo ayuden a uno, que lo asistan, porque a lo mejor no es falta de voluntad, quizá tiene que ver con una cuestión de costumbre, de tener el dinero en la mano 

Estaría bueno como propuesta por ahí en los medios de comunicación, hacer bloques específicos para personas mayores. Entonces, por ejemplo, hacer cosas como un tutorial, muy lento, muy tranquilo de cómo manejar el cajero, por ejemplo. lo que pasa que a veces la tecnología también es muy confusa porque uno va a una farmacia y se encuentra con un listado de 10 ítems y no la alcanza a leer. ¿Y una persona adulta joven, se confunde, imaginemos una persona mayor, no?  

¿Los Mendocinos, valoramos a los adultos mayores los tenemos en cuenta como pilares fundamentales de la vida, por la experiencia, por la trayectoria, por el aporte o no? 

Yo creo que sí, que todavía aquí en Mendoza se los considera mucho, son muy importantes y sobre todo en el seno familiar y en algunas instituciones como iglesias, algunos lugares de centro de jubilados o centros educativos. Donde se lo considera personas importantes, referentes e incluso personas a las que se les puede consultar y tomar en cuenta la opinión. 

Todos en nuestra familia y nuestro círculo íntimo o de amigos, tenemos algún conocido adulto mayor en el barrio, el vecindario. Todos tenemos un auto mayor, ¿los respetamos, no los respetamos, hacemos valer sus derechos, los acompañamos, los contenemos?  

¿Y qué te dá alegría a vos Flavia?

Bueno, a mí me da alegría el amor y bueno, la vida vivir la vida con todos sus disfrutes y sus no tantos disfrutes. También tengo la oportunidad de hacer estas cosas que me gustan, y de darle voz por ahí a personas que no la tienen y de dar clases, en la facultad, y que también eso me llena el corazón de alegría.  

Quería recordarles que todas las personas que trabajamos, sea el lugar donde estemos, estamos en una situación de servicio, o sea, también eso recordarlo para los demás, no solo para la gente mayor. Por otro lado, también acordarnos que nosotros somos envejecientes, en algún momento llegamos, ¿y yo siempre pregunto si la persona que está atendiendo esa persona mayor, y si esa persona mayor fuera su abuela, por ejemplo, la atendería de la misma manera? ¿Le gustaría que fuera atendido así?  

Hay algunos bancos que dan los cursos y también algunos centros de jubilados que tienen estos cursos de informática. 

 

 

 

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