Hoy conversamos con la Lic. en Kinesiología, Romina Lumini, sobre el rol de los kinesiólogos en áreas críticas
¿Quiero entrar en un tema que es muy importante, el rol del kinesiólogo en áreas críticas y ante todo, preguntarte, a qué llamamos áreas críticas?
Bueno, área crítica son los servicios de cuidados intensivos que pertenecen a todas las instituciones, hablamos de hospitales o clínicas en donde se encuentran internados los pacientes que están gravemente enfermos, aquellos que requieren un soporte vital más avanzado y monitoreo de las funciones vitales.
¿Cuál es el rol del Kinesiólogo justamente ahí en esas áreas?
Bueno te cuento un poquito de la historia más o menos de cómo surge esta especialidad, porque si bien la kinesiología es una disciplina joven que está en permanente transformación y construyendo su espacio, digamos, dentro del equipo de salud que después de la pandemia de polio en la década de los 50, muchas de estas víctimas quedaron con secuelas respiratorias muy graves y esto generó un desafío para la especialidad de responder esencialmente a estas afecciones. Entonces empieza un crecimiento de esta rama de la kinesiología respiratoria que marca un nacimiento de la especialidad. Quizá para los años 90 un grupo de kinesiólogos que forman parte de la sociedad Argentina de terapia intensiva, crean el capítulo de kinesiología del paciente crítico y jerarquizando un poco esta profesión. Y se dicta la primera especialidad de kinesiología crítica, entonces aquí empieza a definirse un poco el perfil del kinesiólogo intensivista como un profesional que forma parte de este tipo de trabajo de la unidad de cuidados críticos, junto a médicos y enfermeros, y todos los profesionales que participan y que está capacitado no solo para intervenir en las tareas que les son pertinentes a la kinesiología, sino para participar en la toma de decisiones del tratamiento de un paciente que está internado en una unidad de atención.
¿Romina, se lo llama de esta forma kinesiólogo intensivista?
Si se lo puede llamar kinesiólogo intensivista, o kinesiólogo de área crítica o especialista en kinesiología respiratoria o kinesiólogo en rehabilitación cardiopulmonar. Pero la especialidad es kinesiólogo intensivista.
Vos me anticipaste que por un lado está todo el tema de la rehabilitación cardiopulmonar, como mencionaba, pero se me ocurre que también una persona que está en terapia intensiva, no moviliza sus extremidades, su cuerpo obviamente está muy limitado, ¿también ahí juega un rol importante el kinesiólogo?
Sí, por supuesto, el paciente que ingresa a la unidad de cuidados críticos ingresa gravemente enfermo y esto actualmente genera un compromiso funcional de varios órganos inclusive y el objetivo del equipo terapéutico es que el paciente si logra salir, del servicio de cuidados intensivos, la intención, es que lo vuelva a hacer con la mayor capacidad, y conservando la funcionalidad para volver a realizar todas las actividades de la vida diaria. Ese es el principal objetivo. Darle la mayor funcionalidad. Así que parte de nuestro trabajo no es rehabilitar la parte física.
¿Cuándo estuvimos en la cresta de la ola, con las terapias intensivas casi al 100% de ocupación, cómo cambió la vida a ustedes como profesionales de la salud?
Era muy difícil porque a nosotros nos ha interpelado, obviamente no solo para desarrollar mucho más la capacidad de trabajar en grupo. También hemos tenido que tener una predisposición muy grande de nosotros para aprender de los demás y también enseñar. Y el trabajo que hemos realizado ha sido durísimo, una carga horaria muy demandante para todos y personalmente nosotros hemos sido gran parte del acoso de los pacientes porque al no tener ellos el contacto con su familia, hemos sido el apoyo, la última voz, quizá la última mano, también las caras, escena de máscaras, de esos han visto en su primer despertar en su encuentro, de nuevo con la realidad, así que ha sido difícil. Hemos puesto lo mejor de nosotras, las mejores estrategias para poder encontrarnos de nuevo con ellos y poder sacar adelante a cada paciente que se pudo, la verdad que fue muy difícil. La muerte nos interpeló de una manera que antes no habíamos transitado, y bueno, necesitamos mucha contención entre nosotros, psicológica como equipo y también bueno, de los que elegimos hacer terapia para poderla transitarla.
¿Cómo se maneja la parte emocional de un kinesiólogo? Estás contando quizás vos fuiste la última persona con una persona internada que pudo mirar a los ojos a pesar de las máscaras, a pesar de todo ese disfraz de astronauta deben llevar obligatoriamente, ¿cómo se puede mantener la cuestión emocional ahí firme?
En realidad, el trabajo de una unidad de cuidado crítico sabes que este el lado oscuro está y sabe que los pacientes también se pueden ir. Nuestro objetivo es hacer lo mejor que podamos, pero sabemos que eso es posible porque ya están gravemente enfermos desde el momento que ingresan a la terapia. Pero la mayoría de los que trabajamos en una unidad de cuidados intensivos tienen un cable a tierra que nos aferramos en nuestros lazos, en los amigos, en el deporte, el que se orienta al arte, también el que hace música también lo necesita y creo que, en general, la mayoría hacemos terapia. Necesitamos algún tipo de contención. Personalmente yo realizó terapia.
Claro para poder entender, se me ocurre que vos saliste de este lugar tan particular que es un área crítica y poder conectarte con la vida, nada más y nada menos.
Sí sí, tal cual. El objetivo es salir de ahí para conectar con la vida. Lo acabas de definir perfectamente.
¿Romina, hay kinesiólogos que apuntan a esta especialidad o es algo que por lo general no es tan elegidos? Se me ocurre por el grado de dificultades, por las horas, por el sacrificio que esto implica.
Sí, actualmente Mendoza, en la mayoría de las instituciones públicas o los hospitales de mayor jerarquía tienen muchísimos profesionales especializados y capacitados en el área y por suerte es una especialidad que va creciendo, sobre todo desde que se han creado la residencia de kinesiología y ahora las instituciones de Mendoza se encargan de llevarla adelante de una manera excelente, así que hay un creciente aumento de profesionales capacitados y especializados en el área.
¿Hay algo que te haya marcado en particular en tu trabajo? Algún paciente, algo que te haya conmovido, emocionado, ¿desilusionado quizás?
Sí la frustración es algo con lo que lidiamos día a día en cada paciente que encaramos y cada objetivo que nos proponemos, porque muchas veces no lo podemos cumplir, pero en el día a día uno trata de humanizar un poco los cuidados críticos. Y creo que es una de las cosas que más adoro de mi profesión, particularmente. Nosotros pasamos mucho tiempo al lado del paciente y creamos un vínculo terapéutico que esto nos permite también que el paciente acepte nuestra terapia, sea participativo y, sobre todo, el devolverle algunas de las cuestiones físicas con que había perdido al llegar a la unidad de cuidados y que después, este paciente retorne a su vida diaria caminando, que vuelva a hablar, que vuelva a comer, que se encuentre con su familia es una satisfacción enorme.
Bueno, la verdad que mi admiración, nosotros desde afuera simplemente podemos contar, creo que la punta del ovillo de todo lo que se vive ahí. Admiración y siempre el deseo de no tener que necesitar ninguno de los kinesiólogos especialistas en terapia intensiva que nunca tengamos necesidad de ustedes.
Bueno, gracias por el espacio. Y ojalá que esta pandemia empiece a ser un recuerdo pronto para todos.
A propósito de esto, nuestra consigna hoy tiene que ver con cuál es tu opinión sobre el dejar de usar el tapabocas en espacios al aire libre en algunos espacios. ¿Cuál es tu opinión?
Lo considero correcto en los espacios al aire libre donde se puede respetar el distanciamiento social y en la práctica deportiva. Sí está en espacios donde hay un grupo humano mayor, considero que debe seguir existiendo porque sigue habiendo personas de riesgo alrededor nuestro y el cuidado tiene que ser para con estos. Sobre todo.
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