Hoy entrevistamos al Lic. Leandro Herrera, quien nos habló sobre la importancia de la Kinesiología en ésta época.
¿Cómo es la atención del paciente COVID cuando ingresa a terapia intensiva?
Esto se hace a través de un equipo multidisciplinario. Está compuesto por lo general, por médicos, enfermeros y kinesiólogos. Cuando ingresa un paciente a una unidad de terapia intensiva, en la mayoría de los casos ingresa con necesidad de una intubación, que es la conexión al respirador, este proceso se hace entre médico, enfermero y kinesiólogos, para intubar, elegir el mejor tubo para el paciente y conectarlo al respirador. Se asiste y se setea todo lo referido al respirador.
¿Y desde el punto de vista manual, ustedes tienen algún tipo de intervención?
Sí. Cuando el paciente ya fue intubado requiere analgesia, sedación. El paciente está dormido una vez que ya está intubado y está estabilizado, después el kinesiólogo se encarga de constatar la perfecta función de todo lo que es referido a la vía aérea. Cuidar la vía aérea, que el tubo esté colocado como corresponde, la aspiración de secreciones, se ausculta el pulmón para ver cómo está el paciente. En algunos casos, se hacen técnicas para higiene bronquial. Todo lo referido a su cuidado mientras el paciente está dormido.
¿Cómo están las terapias hoy? ¿Están teniendo mucho trabajo ustedes?
Sí. Realmente las terapias están con una demanda de camas bastante alta. Ahora se le está dando respuesta, creo que a todo el paciente que lo necesita. Pero realmente los recursos son finitos. Hay que ver cuánto se puede aguantar esta situación.
¿También hay escasez de personal en cuanto a los profesionales kinesiólogos que se dediquen a las terapias intensivas?
El kinesiólogo respiratorio se especializa en esta área. Eso requiere, aparte de la formación de grado, formaciones de posgrado, también residencia y mucha práctica dentro de la terapia intensiva.
Cuando uno habla con los colegas dentro de lo que es gran Mendoza, somos pocos profesionales, los que nos dedicamos a esto y muchas veces, somos los mismos profesionales que estamos haciendo guardia en las diferentes instituciones.
¿También es arriesgado que ustedes se contagien?
Sí. Igualmente, en cada lugar de trabajo contamos con los equipos de protección personal. Tratamos de ser muy cuidadoso en la colocación correcta y también en sacarlo correctamente para evitar el contagio, creo que las medidas las vamos cumpliendo.
¿Otra cosa importante es la cantidad de jóvenes que están internados ahora en las terapias, a diferencia de lo que pasaba el año pasado?
Sí es verdad que ahora estamos viendo más casos de gente joven, sobre todo en menores de 50 años. Justamente la población que aún no está vacunada. Así que tiene bastante sentido que esos sean los casos que se están presentando ahora en las terapias.
¿El trabajo que ustedes realizan con los mayores que están internados en terapia intensiva, sobre todo lo que vieron el año pasado, a lo que están viendo ahora, es más o menos el mismo y en cuanto al tratamiento que tienen que tener los jóvenes en relación a los mayores?
Sí. El tratamiento es más o menos igual, el tratamiento se va adaptando a la situación de cada paciente. Lo que nos sirvió mucho el año pasado fue adquirir la experiencia ir estudiando diferentes métodos de tratamiento. Creo que adquirimos bastante experiencia en cómo tratar esta enfermedad actualmente.
Sí, a veces los mayores tienen más riesgo a tener complicaciones que una persona joven. Pero el trabajo en sí es más o menos parecido en todo el rango etario.
Lo que me sorprendió para bien es, todo el trabajo multidisciplinario que se está haciendo, no solamente dentro del mismo hospital, sino, inter hospitales y clínicas. Creo que todos estamos poniendo lo mejor de cada uno para que el sistema y que la demanda se satisfaga. Me sorprendió para bien la predisposición de todo el personal de salud. Realmente el año pasado fue complicado, las vacaciones no fueron obviamente la esperada, por todo este contexto. Siempre poniéndole lo mejor para esta situación.
¿Y en el caso de las restricciones, teniendo en cuenta que ustedes están allí con todo lo que está pasando con las personas que ingresan a los hospitales, usted cree que debería haber más restricciones?
En realidad, creo que no soy la persona para responder eso. Creo que todo lo que sea disminuir la circulación de la gente sería la medida acertada, creo que ese es el camino.
Para aquellos que nos están escuchando, ¿cuál es el mensaje que usted le da a la población sobre todo por lo que vive día a día dentro de los hospitales?
El mensaje que le doy es, que se cuiden, que sean conscientes, de que, por esta enfermedad, se ha muerto mucha gente. Creo que uno cree que nunca le va a tocar, pero realmente todos ya tenemos familiares o conocidos que han pasado por esta experiencia, en mejor o peor forma. Sí hay que tratar de más allá de las medidas que determinen los gobiernos, tiene que estar la conciencia de cada uno en cuidarse. Reunión social pequeña, evitar reuniones masivas y tratar de no salir en caso que no sea muy necesario. Creo que hay que cuidarse porque depende de nosotros realmente, de que no se siga propagado.
Teniendo en cuenta que son muy pocos los kinesiólogos que están en terapia intensiva, ¿cómo es la capacitación para un kinesiólogo que trabaje precisamente en una UTI?
Después de la formación de grado, al kinesiólogo que realmente le interesa esta área, hay especialidades universitarias que la mayoría se encuentran en Buenos Aires. También hay residencias acá en Mendoza, en los hospitales públicos de kinesiología respiratoria.
Después de mucho tiempo de estar dentro de la sala, creo que el trabajo del kinesiólogo es muy artesanal, es estar al lado del paciente, ver cómo responde, ir cambiando estrategia, ir consensuando con todo el equipo de salud los tratamientos y la estrategia.
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